“Dentro del dolor se produce alegría porque uno hace algo por otro”

(Oct. 2008). Alicia Soria no se define por su presente o por su concejalía, sino por su pasado. Por lo que hizo, por lo que fue y por aquello que cambió el rumbo de sus días.
Trabaja desde los 14 años, fue baby setter y ya estaba afiliada a la Federación Juvenil Comunista. A los 16 trabajaba en relación de dependencia como cajera. Después fue asistente odontológica, y luego asistente de distintos profesionales mientras terminaba su carrera. “Soy maestra normal nacional y tengo hasta cuarto año de literatura, latín y castellano”, cuenta. Es psicopedagoga. Fue directora de esuela y “luego me dediqué al trabajar en el consultorio nada más porque como ya tenía mis chicos quería seguir de cerca la educación de ellos”, asegura.
Prende un cigarrillo…lo termina…y otro se enciende en sus dedos mientras los ojos se le empañan al decir “en el año 97´”…Pita con fuerza, para que le de fuerza y así poder continuar…“cuando mataron a mi hijo Rodrigo, puse todo lo que sabia en la lucha por la aclaración de los hechos, el castigo y el enjuiciamiento del asesino”.
En el 2004 se abre el programa nacional anti-impunidad, ahí empiezo a participar de la comisión de familiares, luego forma parte de la Secretaria Nacional de Derechos Humanos, donde algunas de las tareas que realizaba era viajar por las diferentes provincias para ayudar a armar comisiones de padres pidiendo justicia.
“Lo tomé con mucha alegría…la alegría se produce igual aunque parezca mentira, por ejemplo cuando damos vueltas los juicios, cuando acompañamos a los padres que se sienten solos, cuando hicimos escraches a los malos jueces…y eso finalmente dentro del dolor se produce alegría porque uno hace algo por otro”, confiesa sin remordimiento.
Tiene la voz ronca y gastada como la de un león que ya ha rugido bastante…
“El mal ejercicio de las instituciones policiales y militares, los vicios de la seguridad nacional hicieron que las instituciones funcionaran mal y terminaran beneficiando los negociados mas infames, como lo es el negociado de las garitas ilegales…porque el que asesina a mi hijo es un garitero ilegal”, dice.
Rodrigo y un amigo le fueron a preguntar por una parada de colectivo al garitero. Dos chicos de Olivos estaban en Carapachay, perdidos. Alicia sigue relatando: “La policía les había indicado un camino, ellos se equivocaron de camino y se cruzaron con este sujeto que en ves de indicarles los trato mal y los hecho… los chicos le dijeron “garitero mala onda”…”
Podría haber terminado ahí…pero no: “el garitero los siguió dos cuadras y desde la sombra les tiro”. El único que falleció fue Rodrigo, el hombre quería seguir tirando pero se le trabó el arma.
Rodrigo tenía 22 años y su madre lo lleva prendido en el pecho, en una imagen que se sostiene en forma de prendedor. El recuerdo esta colapsado en ese accesorio.
Es madrina de varias comisiones de padres y tiene la red de Rodrigo que es la “Red Social Solidaria Responsable”, “con la que hemos trabajado mucho”, asegura.
El asesino fue preso y luego quedó en libertad por buena conducta. “No sé cual será la explicación… ¿será porque mató por primera vez?”, se pregunta. “Para mi matar es matar…”, se responde.
Tuvo cuatro hijos en total: “ahora quedan tres y un ángel” y agrega “yo me había enojado con Dios porque este me dejaba un ángel y se me llevaba un hijo pero no me preguntó si quería hacer el cambio, por supuesto le hubiera dicho que no”.
En el 2005 asume la banca de concejal.
¿Si te cruzas con el asesino de tu hijo que crees que le dirías?Lo llamé por teléfono para su cumpleaños. Yo lo vivo invitando para encontrarnos, para mostrarle el álbum de fotos de mi hijo desde que nació hasta dos días antes que él lo mate…y no quiso juntarse conmigo
¿Y vos para que querés juntarte con él?Quiero realmente que me diga si el cree que merece estar en libertad.
Si esperaba encontrar un tinte más político, pido disculpas. Este es el perfil de Alicia Soria: la lucha por su hijo.