Comienza el fin de año (que contradicción), comienza otro año y ya empiezan a circular las predicciones, los oráculos, mundiales y personales que dirán como será nuestra vida.
Uno no puede predecir pero sí hacer, construir cada día la vida que quiero. No sabemos cómo será el futuro, (menos mal, sino que aburrido seria todo). Solo tenemos el hoy. Pero, el gran problema de la mayoría es que vive con la vista en el futuro sin darse cuenta que el hoy es el gran eslabón entre lo que quiero y lo que hago por aquello que quiero.
Que gran error es vivir el hoy en automático esperando a un futuro que no llega, porque cuando llega y se transforma es hoy, ya tenemos nuestra visión nuevamente en otro futuro.
Sin embargo, considero que “hoy”, “mañana”, “ayer”, son clasificaciones del tiempo. Tiempo cíclico, tiempo lineal, son más clasificaciones.
Voy a denominar al tiempo como vida: el tiempo es vida, la vida es tiempo.
¿Cómo uso el tiempo? ¿En que lo invierto? ¿Me hace feliz?
A partir de aquí intenté captar distintas dudas que circulan por más de una cabeza: “¿Tengo que esperar a que me echen de ese trabajo para cobrar una indemnización jugosa?”” ¿Voy a esperar a que él o ella vuelva para empezar a amar?”” ¿Voy a esperar a jubilarme para liberarme y hacer lo que siempre tuve ganas de hacer?”
Cada uno es dueño de su propio tiempo y si la desición es entregárselo a una empresa o a un amigo que me llama con un problema a la hora de la cena o a leer esta nota… está bien ¡Adelante!
El punto es que sea una decisión. Un “quiero” y no un “tengo”.
Tal vez me dirán: “tengo que ir a trabajar a un trabajo que no me gusta porque tengo que mantener a mi familia”. Lo sé, cada vez las posibilidades de elección son mas estrechas para algunos sectores. Pero el “cómo” realizar ese trabajo, esta en uno. Podemos levantarnos todos los días agradecidos de tener un puesto laboral, o podemos renegar todos los días por ese trabajo que tenemos.
El punto es que no llegues a viejo y sientas que perdiste el tiempo, porque acordate que en esta nota el tiempo es vida…entonces habrás perdido vida.
Este fin de año paremos la pelota, toquemos, respiremos, pensemos: ¿En qué y cómo querés invertir tu tiempo?
No les voy a desear un feliz fin de año, ni un buen comienzo, ni siquiera una buena mitad de año para sonar original, sino una buena vida.
Uno no puede predecir pero sí hacer, construir cada día la vida que quiero. No sabemos cómo será el futuro, (menos mal, sino que aburrido seria todo). Solo tenemos el hoy. Pero, el gran problema de la mayoría es que vive con la vista en el futuro sin darse cuenta que el hoy es el gran eslabón entre lo que quiero y lo que hago por aquello que quiero.
Que gran error es vivir el hoy en automático esperando a un futuro que no llega, porque cuando llega y se transforma es hoy, ya tenemos nuestra visión nuevamente en otro futuro.
Sin embargo, considero que “hoy”, “mañana”, “ayer”, son clasificaciones del tiempo. Tiempo cíclico, tiempo lineal, son más clasificaciones.
Voy a denominar al tiempo como vida: el tiempo es vida, la vida es tiempo.
¿Cómo uso el tiempo? ¿En que lo invierto? ¿Me hace feliz?
A partir de aquí intenté captar distintas dudas que circulan por más de una cabeza: “¿Tengo que esperar a que me echen de ese trabajo para cobrar una indemnización jugosa?”” ¿Voy a esperar a que él o ella vuelva para empezar a amar?”” ¿Voy a esperar a jubilarme para liberarme y hacer lo que siempre tuve ganas de hacer?”
Cada uno es dueño de su propio tiempo y si la desición es entregárselo a una empresa o a un amigo que me llama con un problema a la hora de la cena o a leer esta nota… está bien ¡Adelante!
El punto es que sea una decisión. Un “quiero” y no un “tengo”.
Tal vez me dirán: “tengo que ir a trabajar a un trabajo que no me gusta porque tengo que mantener a mi familia”. Lo sé, cada vez las posibilidades de elección son mas estrechas para algunos sectores. Pero el “cómo” realizar ese trabajo, esta en uno. Podemos levantarnos todos los días agradecidos de tener un puesto laboral, o podemos renegar todos los días por ese trabajo que tenemos.
El punto es que no llegues a viejo y sientas que perdiste el tiempo, porque acordate que en esta nota el tiempo es vida…entonces habrás perdido vida.
Este fin de año paremos la pelota, toquemos, respiremos, pensemos: ¿En qué y cómo querés invertir tu tiempo?
No les voy a desear un feliz fin de año, ni un buen comienzo, ni siquiera una buena mitad de año para sonar original, sino una buena vida.
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