Un terremoto de 8,9 grados en la escala de Richter registrado como el peor de la historia afectó a Japón y desató una alarma mundial en el llamado Cinturón del Pacífico.
Los datos relevados por la agencia oficial de noticias Kyodo dan cuenta de más de mil muertos y unos 100 mil desaparecidos. El foco del desastre natural se localizó a unos 24,4 kilómetros de profundidad y provocó un tsunami de olas de hasta diez metros.
En el país asiático se encontraba una delegación argentina de la empresa de alimentos Arcor, de nueve integrantes. "Fueron a recibir el Premio Internacional a la Excelencia, que otorga el gobierno de ese país tras una auditoría realizada en toda la Argentina", informó Pablo Actis, Gerente de la planta que la firma tiene en San Pedro, provincia de Buenos Aires.
"Nuestra planta fue elegida para ser premiada entre otras ocho más y Juan Walker, Gerente de producción e ingeniería, fue designado por nosotros para recibirlo", señaló.
Los argentinos de la delegación de Arcor "están lejos del lugar donde se produjo" el sismo, señaló Actis, quien indicó que si bien hubo problemas de comunicación, los representantes de la firma pudieron mantener contacto con sus familiares.
"Desde horas muy tempranas comenzaron a comunicarse con nosotros y sus familias, así lo hicieron durante todo el día para dejarnos tranquilos, que todos están muy bien", detalló Actis.
El Gerente de Arcor explicó que "desde la Argentina no nos podemos comunicar porque está todo cortado" pero sí pueden llamar ellos y aseguró: "La delegación aguarda tranquila y el domingo emprenderán el regreso a nuestro país tal cual tenían programado".
En Jaón, el gobierno declaró el estado de emergencia nuclear, ya que el terremoto afectó de manera directa a las centrales de Onagawa y Fukushima-Daiichi. Los problemas para enfriar un reactor provocaron riesgo de una posible fuga y fueron evacuadas miles de personas en la zona.
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