“Me da bronca la injusticia”

(Julio 2008) Italo Montanaro concejal por el Bloque “Frente para la Victoria- Partido Justicialista” había nacido en Italia, en la parte de Nápoles. A los 16 años arribó esta tierra justo en el 54´, momento en que Perón estaba intuyendo el golpe.
“Veíamos los trenes que pasaban llenos de gente para Plaza de Mayo, para defender a Perón y no sabíamos que estaba pasando. Yo y unos compañeros intentamos llegar…pero en Retiro nos frenaron los policías.”“Ahí abracé al peronismo, no se porque… no viví la etapa de Evita ni el furor de Perón… pero creí que era lo mejor”, cuenta.Sin embargo no tiene buenos recuerdos de esa época “venia mucha gente de Europa, muchísima, y los inmigrantes no teníamos las mejores condiciones de vida…mi familia y yo por suerte nos fuimos a la casa de una tía en Saavedra”.
Sus palabras están acompañadas por una tarantela que suena bajito en su garganta.
“Yo me considero un hombre calentón pero moderado”, él lo dice y continúa: “Me da bronca la injusticia.” Ingresa a trabajar en la vieja Obra Sanitarias, fue ahí donde sale en defensa de un compañero que lo estaban por suspender y fue ahí que lo eligen vocal del sindicato y en el 77´ pasa a ser parte del secretariado del gremio de Obras Sanitarias.A partir de esto siempre estuvo cerca de algún gremio en pos de pelear por los derechos de los trabajadores que le tocaran a cargo.
En el 96 ocupó su primera banca y no se movió más.En el año 66 se casó con una mujer argentina y más no se separó. Con ella tiene tres hijos y de ellos 5 nietos.
Volvió a pisar su país natal solo por dos días…pero revela que “no la extraño. Yo desde que saqué la ciudadanía argentina soy un argentino mas” y agrega sin muestra de resentimiento:”A mi Italia no me pudo contener, argentina me dio lo que soy hoy”
Un banderín de Tigre se bambolea en la repisa, el es socio del Club Tigre…su primer partido visto aquí en la Argentina fue donde jugaba Tigre, sin embargo confiesa que “es mi equipo del corazón, porque en realidad soy de independiente… el cual elegí para llevarle la contra a mi mujer que era de Racing”, cuenta y acto seguido agrega “a veces pequeñas cosas marcan tu destino”…
Como un tren que pasó frente a sus narices y lo impulsó a subirse sin saber que iba a defender a Perno a la Plaza de Mayo…Como un baile en el Club Español donde conoció a su mujer…Como un arrebato de justicia en el momento justo…Como una Italia llevada en las venas…