Suéter amarillo mostaza, bufanda enroscada alrededor de su cuello en tonos amorronados, y un bigote haciendo juego. Carlos Bologna , concejal por el bloque Frente para la Victoria de San Isidro nació en lo que era el Hospital de Eva Perón. ¿Esto lo habrá orientado para que hoy forme parte de este bloque?.“Desde chico por herencia y ahora por convicciones soy del peronismo. Uno no puede convencer a alguien que haga algo que no siente yo me fui contagiando de mi papá. No es solamente la militancia política por el solo hecho de participar sino que hay un aspecto que se deterioro mucho que es el ser solidario y hacerle bien a la gente. Ahora se invierte, se hacen bien hacia uno mismo. Nunca entendí porque alguien que quiere tener tanto, tanto, y poder soportar que el otro no tenga nada.”
Suena el celular, suena el teléfono que esta sobre el escritorio… y atiende. Pasa gente por la puerta y lo saluda, tiene una radio… que dice “escucho informativos”, 4 pilas de carpetas y “estoy trabajando en 14 proyectos”.
“Desde la política se puede extender una mano. Yo ingreso como empleado bancario y al poco tiempo empiezo a trabajar desde el punto de vista sindical, y no político. De hecho en la actualidad soy Secretario General de los Bancarios de la Zona Norte. A partir de la CGT, en un acuerdo con Gustavo Posse, me propone como candidato a concejal”.
Tiene cara de” buen chico”, así lo llamarían las señoras de antes, también sonrisa simpática y aspecto travieso.Casado hace 34 años, 4 hijos, dos nietos y un par de idas y venidas.“La vida es sacrificio, por mas que uno nazca en un ámbito de mucha comodidad porque hay que soportar situaciones de dolor que no pasa por el dinero sino que tiene que ver con los sentimientos. También hay risas todos los días pero los dolores duran más que ellas. No es una visión escéptica, es eso…pero todo ese sufrimiento desaparece con el amor”.
Le gusta el cuidado del medio ambiente, es afiliado a greenpeace, guarda diarios y botellas para una chica que los junta.”Me gusta cuidar mucho el parque, las plantas que tengo”. También le gusta la limpieza, el orden:”Soy extremadamente ordenado: puedo barrer la vereda dos veces en el mismo día.”, esto se lo reconoce como maña.
Jugó al fútbol profesional en el club Platense… de esta época le quedo una cicatriz como herencia. Era peleador y dice “todas las peleas que tuve las perdí…salvo una que la gane por puntos: a mi me hicieron 18 puntos y al otro 13”, ríe.Hoy se lo ve con un porte pacífico, hasta naturista, calmo, pausado en su caminar pero no en su hablar.“Creo que el hombre va a salvar al hombre, sobre la base de la solidaridad y la humildad”, dice.
¿Se puede cambiar al mundo?Yo voy a seguir luchando pero cada vez es más difícil.
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