La Pantera

En una familia numerosa de siete hermanos nació Erica Farías, en el barrio Santa Rosa de Victoria nació la pantera que boxea.

Lo primero que hizo en la Sociedad de Fomento Virreyes fue Full Contac, aunque confiesa que “había ido al gimnasio para bajar de peso”.
La diferencia de esta disciplina con el boxeo es que se utilizan las piernas además de las manos “y yo siempre terminaba boxeando”, asegura.
Por eso, un día, que marcaría el comienzo, su entrenador se acercó y le dijo: “¿Te animás a boxear?”. Ella pensó: “Todo lo que hago en la vida le doy para adelante, entonces la respuesta es “sí””

Al año de aquel día la llamaron para que sea parte del Seleccionado Argentino.“Pasó todo muy rápido”, dice antes de arrancar el relato cronológicamente corto.

En el 2006 gana un Campeonato Sudamericano, ese mismo año viaja al Mundial de Boxeo que se realizó en la India ganando la medalla de plata: Subcampeona Mundial.

“Yo era como un animalito: vos me abrías el corral y yo salía a batallar”, dice y asegura también que en la selección se pulió: “A ellos les costó cambiar mi temperamento con respecto a mi impulsividad”.

Otro día, que también marcaría un inicio, se hizo profesional. Dejó la selección el año pasado y de la mano de su actual entrenador, Claudio Moreno, debutó profesionalmente el 25 de Julio del 2009, frente a Betiana Vinas, en el estadio de la Federación Argentina de Box. “Ahora soy una boxeadora individual, me represento a mi misma y esto es mi carrera”, dice totalmente convencida.

En un comienzo su mamá no sabía y el cómplice era su papá.
Ella asegura que si tuviera una hija no la dejaría boxear: “Porque es un deporte muy sacrificado. Quisiera otra cosa para mis hijos, si tuvieran la posibilidad de estudiar o tener un trabajo que los respalde bien preferiría que hagan eso antes de que se crucen a golpes”.

Pero a ella le gusta el boxeo: “Yo disfruto lo que hago, hoy estoy encaminada en esto, es lo que me tocó”. Estudiaba abogacía y pensó: “¿Para qué les hago gastar plata a mis padres en mis cuadernos si voy al gimnasio y me re entusiasmo?”.

Si bien, gracias a este deporte superó una situación económica difícil, dice: “Yo no recomiendo que hagan boxeo para salir de la pobreza, si lo haces te tiene que gustar muchísimo”.

Esta en pareja hace un año y medio con Ángel, también boxeador. Lo conoció en el gimnasio donde allí, dice, es su compañero. Si mira un poco más adelante que sus 26 años se ve con una familia conformada.


El viernes 17 de septiembre, con el auspicio de la Municipalidad de San Fernando, tuvo la posibilidad de defender el Titulo Mundial Interino Ligero CMB ante la estadounidense Nicole “Notorius” Woods.
Nada más y nada menos que en el lugar donde vive, el lugar de donde es: San Fernando.
“No a todos se le da esa posibilidad, esto me emocionó mucho”, se sincera.
Llegó con un record profesional de 8 combates ganados (4 antes del límite), 0 perdidos y 0 empatados. Su último combate había sido en abril de este año, ante la colombiana Darys Esther, allí obtuvo el título mundial interino ligero CMB.
Se quedo con él después de vencer por nocaut técnico a su contrincante americana.
“Cuando subo al ring siento mucha adrenalina”, confiesa.

Su mamá murió dos meses antes de esta pelea y fue ella quien la bautizó como “La Pantera”. “Tiene que ser el nombre de un animal”, pensaba se madre una tarde de mates.

Pero el nombre pantera no es un animal, sino un género que incluye a los grandes felinos salvajes: el león, el tigre, el leopardo y el jaguar y son los únicos capaces de rugir.

Ahora todos en una sola mujer, que por supuesto, también ruge.