El Tribunal Oral en lo Criminal N° 2 de San Isidro condenó con pena de presión perpetua a los acusados de asesinar al ingeniero Carlos Regis en un asalto ocurrido en Beccar el 17 de julio de 2008, en el cual su hija Carla fue baleada en el rostro.
La sentencia, recayó sobre Julio Omar López, de 29 años, y Sebastián Ernesto Bordón, de 33, en coincidencia con el monto de pena que había solicitado la Fiscalía.
Los acusados tenían derecho a elegir estar presentes mientras se leía la condena: Bordón no se quedó en la sala; mientras que López, entonces único acusado presente no mostró en su rostro ningún asomo de remordimiento.
El 17 de julio de 2008, Carlos Regis, un ingeniero químico, fue asesinado de un tiro en el estómago y, su hija fue herida de un disparo en la cara por delincuentes que pretendieron robarles en su casa de Rodó y José Ingenieros, en Beccar, en el marco de una seguidilla de atracos violentos que sufrieron varios vecinos de la zona norte bonaerense.
Estaban presentes el Intendente de San Isidro, Gustavo Posse; Rita Kusiz, presidenta del HCD, concejales; Vivian Perrone, presidenta de madres del dolor; Juan Carlos Blumberg; Marta Barberi, viuda de Garrido; Sofía Rodríguez, la viuda del comerciante Enernesto Matas.
También se acercaron a escuchar la sentencia y acompañara a la familia los amigos de los hijos de Regi.
A la salida el juicio dos de sus cuatro hijos, Alejandro y Carla (la hija que recibió el disparo en la cara) hablaron con la prensa:
Carla decía que el juicio fue muy duro y que lo vivió “con mucha impotencia y mucha basura. Es algo que nunca se termina”.
Alejandro definió el sentimiento que la embargaba en ese momento como “tranquilidad porque la muerte de nuestro papá sirvió para que haya dos salvajes menos en la calle. Nosotros como familia no ganamos nada, hace un año y medio que perdimos todo”.
La sentencia, recayó sobre Julio Omar López, de 29 años, y Sebastián Ernesto Bordón, de 33, en coincidencia con el monto de pena que había solicitado la Fiscalía.
Los acusados tenían derecho a elegir estar presentes mientras se leía la condena: Bordón no se quedó en la sala; mientras que López, entonces único acusado presente no mostró en su rostro ningún asomo de remordimiento.
El 17 de julio de 2008, Carlos Regis, un ingeniero químico, fue asesinado de un tiro en el estómago y, su hija fue herida de un disparo en la cara por delincuentes que pretendieron robarles en su casa de Rodó y José Ingenieros, en Beccar, en el marco de una seguidilla de atracos violentos que sufrieron varios vecinos de la zona norte bonaerense.
Estaban presentes el Intendente de San Isidro, Gustavo Posse; Rita Kusiz, presidenta del HCD, concejales; Vivian Perrone, presidenta de madres del dolor; Juan Carlos Blumberg; Marta Barberi, viuda de Garrido; Sofía Rodríguez, la viuda del comerciante Enernesto Matas.
También se acercaron a escuchar la sentencia y acompañara a la familia los amigos de los hijos de Regi.
A la salida el juicio dos de sus cuatro hijos, Alejandro y Carla (la hija que recibió el disparo en la cara) hablaron con la prensa:
Carla decía que el juicio fue muy duro y que lo vivió “con mucha impotencia y mucha basura. Es algo que nunca se termina”.
Alejandro definió el sentimiento que la embargaba en ese momento como “tranquilidad porque la muerte de nuestro papá sirvió para que haya dos salvajes menos en la calle. Nosotros como familia no ganamos nada, hace un año y medio que perdimos todo”.
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