miércoles, 15 de julio de 2009

Seguridad

(Octubre 2008). El viernes alrededor de las 19.30 horas cualquiera que pasara frente a la municipalidad de San Isidro, sobre la Av. Centenario, desviaría su atención hacia ese punto.Un grupo importante de personas se habían autoconvocado para gritar “seguridad”, entre ellas se encontraba el intendente de San Isidro, Gustavo Posse acompañado de Carlos Castellano, primer concejal, aplaudiendo junto al resto de los vecinos, en su mayoría padres y alumnos del colegio Marín. Esos aplausos fueron la base musical que no paró de sonar y cada auto que pasaba se sumaba con sus bocinas a la melodía de indignación.
Lucía tenía una goma de mascar en la boca, un megáfono en la mano y ganas de expresarse: “Estamos necesitando seguridad, queremos que alguien haga algo, no se puede seguir así. Ni acá ni en ningún lado”, también aclaró que “a mi no me pasó nada aun pero , estoy acá porque no quiero que me pase nada”.
Ese mismo megáfono paso a manos del intendente: “Además del apoyo como vecino, ustedes me preguntan cual es la respuesta como el electo mas cercano que es el intendente. Déjenme decirles que tenemos una opinión en dos sentidos: uno es la de la policía, de la seguridad misma en la cual todos ustedes son inversores sociales en mejor calidad de vida. El municipio vuelca para la policía de la provincia todo lo material, hombres, horas pero no es suficiente. El otro punto es que pasa con las leyes, con los jueces, con los fiscales…con la justicia”.
También explicó paso a paso lo sucedido con la gendarmería en la villa la Cava y manifestó detalles de la situación: “los vecinos me acercaban notas implorando para que en esos corredores entre villas no se levantaran los puestos, razón por la cual tomé la medida de agarrar todas esa notas de vecinos y hacer un recurso de amparo ante el Ministerio de seguridad y justicia de la nación.”
El ministro Stornelli recorrió la Cava para ver que se podía hacer en los 5 puestos de gendarmería y hablo también con el intendente quién contó, frente a todos los vecinos, lo conversado: “Me trasmitió esto: La clave no esta solamente en cantidad de policías, la clave esta en las leyes, la clave esta en las excarcelaciones fáciles y en que no se puede tocar a los menores porque esta ideologizado la mezcla del problema de lo que pasó en los 70´”
No terminó ahí: “Yo soy intendente de ustedes, no soy autoridad cercana a otro que no sea el vecino de San Isidro. Tengo en democracia, superiores jerarquías nacionales y provinciales pero soy intendente de los vecinos”.
Hacia calor, mucho. Las velas encendidas, la cera derretida incentivaban la transpiración. El aire estaba pesado, irrespirable.
Un hombre de mediana edad, se acercó efusivamente a las espaldas del intendente, gritando, nervioso, en desacuerdo. Carlos Castellano se cruzó en su camino y no pudo llegar a destino.“A veces hay gente con ideologías muy violentas, hasta muy autoritarias, tratando de cuestionar todo, a veces son militantes de algún partido político infiltrado”, aseguró Castellano.
Sofía Mattas, viuda de Enrique Mattas victima de la inseguridad en el partido, se fusionaba con el grupo. Triste, cansada de tanta impunidad pero con fuerzas aun para seguir luchando. Le hablo a las familias: “Tenemos que continuar , no se asusten, nos pase lo que nos pase hay que seguir para pedir justicia” y agregó “es muy triste porque uno tiene que padecer la falta de un ser querido pero además tiene que salir a pedir justicia, es como mucho, yo no se como estoy parada”.
La gente se fue dispersando, solo algunos quedaron reunidos en pequeños grupos compartiendo entre si las experiencias vividas o sabidas de inseguridad.
Las velas se fueron consumiendo junto con los aplausos, los cantos y las bocinas. En el silencio…la esperanza de una solución.

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