(Oct. 2008). Huele bien, el color violeta le sienta bien y su discurso también. Blanca Díaz es concejal por el bloque “Ari-Vecinos Unidos (UV)” de Vicente López: “La vocación de servicio que tiene que ver con la política es algo que lo llevo adentro y es parte de la sensibilidad y los sentimientos que uno tiene”, confiesa.
“Siempre me atrajo lo que tenía que ver con los derechos y las libertades” sin embargo no siguió abogacía porque “la situación económica hizo que tuviera que trabajar y estudiar y la carrera de derecho era mas larga y me exigía mas tiempo de lectura limitándome en lo laboral”, por eso se recibió de Contadora Pública en el 85´, en la UBA.
Busca con la vista recuerdos, años, fechas para poder armar su relato: “En el año 83´, con la democracia me sumo al radicalismo de Vicente López y en el 87´, por como se construía la política en la Argentina, decido no seguir mas dentro de la política”, comienzo y fin en una misma oración.
Ojos que se mueven de izquierda a derecha como leyendo un libro, tal vez el de su historia:”En el 94´ me vuelven a convocar desde el radicalismo para volver a trabajar, pero antes trato de ver si la situación había cambiado…”, posa su mirada sobre la alfombra…nostálgica y continúa:”Pero nada cambio y no solo eso sino que la construcción política era peor”, con lo cual no se suma a esta propuesta.
Pero no eso no la detuvo: “En el 2001, con todo lo que significó la crisis, sentí la necesidad personal de asumir ese compromiso”, ese motor interior que se trasluce en su exterior a través de sus ojos hizo que en el 2005 asumiera la banca de concejal.“Siempre quise estar en la política pero me di cuenta de que nunca asumí el compromiso de pelear contra lo que pensaba que había que pelear”, dice segura, aguerrida.
Fuerza, coraje, inteligencia, y temple son palabras, son ella: “Mi generación es la de los desaparecidos…siento que es una generación que fracasó, y por eso yo siento una deuda con la sociedad”.
La mujer, la mas chicas de cuatro hermanos varones: “Muy sobreprotegida pero siempre muy escuchada por ellos y respetada en las opiniones” y agrega “en mi familia siempre hubo mucha interacción de géneros, no se ejercía el autoritarismo machista”.Es una buena base, una buena crianza…lástima que choque con esta sociedad. A raíz de esto quizás algunos pensaran, dirán “esta mal acostumbrada”, creo que el acostumbramiento está lejos de ella.
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