miércoles, 15 de julio de 2009

“Me duele si me doy cuenta de que estoy haciendo algo mal”

(Nov. 2008). Tiene 73 años y no le da pudor decirlo, ni tendría que tenerlo. Rubén Vecci,concejal por el bloque de la U.C.R y presidente del HCD de Vicente López, nació en Villa Eloiza, un pueblo de la provincia de Santa Fé, a los 12 años se vino para Buenos Aires a seguir estudiando “porque en el pueblo no había secundario. Mis hermanos ya vivían acá en Vicente López y me vine a vivir con ellos”, así arranca su historia.
Se confiesa: “No era muy buen alumno, era bastante travieso así que dos por tres me cambaban de colegio”, ríe pero se sonroja más allá de todo.
El primer trabajo serio fue la bolsa de comercio, trabajó también en un estudio jurídico, y luego compró un garage donde trabajó 13 años. Luego vendió y compró una panadería que trabajó junto a su señora hasta el año 81´. En el 83´”mi hermano mayor, que había sido electo concejal me pidió que le diera una mano acá en el concejo y desde ese año es que estoy aquí”.
Su oficina esta compuesta de tres oficinas, todas se comunican entre si, lo extraño es que siempre están comunicadas, no hay ninguna puerta cerrada que trabe el aire, la luz o las palabras de lugar a lugar. Su despacho es luminoso, fresco y su aspecto también. Las ventanas se mantienen abiertas…estos puntos, para algunos detalles para otros esenciales, son los que permiten caer en el ambiente y sentirse a gusto.
No solo el pedido de su hermano lo hizo acercarse al concejo, “yo empecé a participar en la política en el sub comité del Aristóbulo del Valle a los 16 años “, cuenta.
Es rubio de ojos claros, o lo fue. Sus ojos celestes se ven y miran también, pero su pelo blanco no deja traslucir al chico rubio de la juventud. Son sus cejas la que ayudarán a descubrirlo.
Desde el año 90´ que es concejal y la presidencia del Concejo Deliberante la asume en el año 2003, está terminando su tercera presidencia.
Pecas en las manos…y un anillo que brilla en su anular.
Está casado hace 50 años,”siempre con la misma persona”, dice. La conoció cuando tenía 13 años: “Mi mujer vivía frente a mi casa, y la mamá un día me pidió si podía acompañar a la hija en el colectivo para que no viaje sola. Y me puse de novio con ella”. Tiene dos hijos que están llegando a los 50 y varios nietos.
El dato: “Almorzar o cenar todos juntos, esa fue una doctrina en mi casa, ahí era el momento en que discutíamos, nos peleábamos, nos amigábamos pero era la forma de ser familia”.
Vicente López le dio todo. Una mujer, y con ella una familia, un trabajo, hoy un cargo.
Jugamos un rato al ping pong:
Un defecto: ser demasiado franco, ir de frente.
Una virtud: tratar de no defraudar a nadie.
Un libro: “La segunda oportunidad”.
Una filosofía de vida: tratar de ayudar al que lo necesita, ser solidario.
¿Cree que hizo algo mal en la vida?No, si alguna vez herí a alguien por eso, que me perdone, yo no hago las cosas con mala intención. Me duele si me doy cuenta de que estoy haciendo algo mal.
Yo le creo.

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