Cacerolazo frente a la quinta presidencial

(Marzo 2008). Después del discurso que dio el martes la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, los vecinos de Vicente López tomaron sus cacerolas y se situaron frente a la Quinta Presidencial para que se oigan sus cucharones golpear, como en tantos otros lugares de la ciudad.“Hacía falta que el campo reaccionara para que todo el mundo los acompañe y empiecen a ver que hace mas de cuatro años, nosotros la clase media, esta siendo castigada. Hacia falta esto para que empiecen a reaccionar distintos sectores” comentó un vecino que había concurrido al lugar .Los carteles que se agitaban en lo alto seguían esta firme idea: “apoyo al campo”, “adhiero al paro agropecuario”, “el campo dijo basta”.También había mucha gente que estaba directamente vinculado con el sector agrario y golpeó sus cacerolas haciendo voz su propia situación.Sin embargo hubo quienes se acercaron por compañerismo: “los problemas del campo a mi no me afectan directamente pero creo que tenemos que actuar todos en masa por una cuestión de compañerismo, como es un país que esta muy dividido seria importante que cada vez que algún rubro se sienta afectado se levante todo el país”.Así como sucedió el martes por la noche, así como un señor levantaba en alto su cartel hecho con un marcador negro que exclamaba “basta de soberbia”.Si bien el helicóptero estaba listo Cristina Fernández optó por trasladarse en auto desde la Casa Rosada hasta la Quinta Presidencial donde arribó cerca de las 23:30 con una fuerte custodia policial.Esta claro que “la huída” en helicóptero del ex presidente Fernando De la Rúa quedó anclada en la memoria colectiva como signo de debacle económica, política y social. Esta claro que la presidenta, tal vez por eso, no quería generar un clima de pánico en la sociedad, tal vez ese fue el motivo por el cual se trasladó por tierra y no huyó por aire.La bandera argentina no dejó de flamear durante toda la manifestación, la gente entonó algunas estrofas del Himno Nacional que fue acompañado con la melodía de las cacerolas, las bocinas y las palmas.Creo que la presidenta esa noche no pudo dormir.