Un español que amasa como los “tanos”

Nació en Bayo, Coruña, Galicia, España, el 23 de Julio de 1931.
A los 17 años Don Ramiro Vázquez decidió viajar a la Argentina. Aquí comenzó su primer trabajo en los telares de la fábrica Campomar cercana a lo que hoy seria la cancha de River.
Eso era solo turno mañana porque Don Ramiro concurría por las tardes al barrio de Flores para aprender el oficio, el arte, de amasar pastas.

Y una cosa lleva a la otra…

“Fábrica de Pastas La Renaciente” en 1957 contó con un nuevo empleado: Don Ramiro.
En 1967, el dueño de la fábrica decide dar un paso al costado y ofrece a sus empleados asociarse para que le compren el fondo de comercio.

Fue así como, con dos compañeros de trabajo, Ramiro Vázquez pasa a ser uno de los socios de La Renaciente. Para estos tiempos la fábrica funcionaba en la calle Alvear, frente a la Galería Paris y luego se mudó a su actual ubicación en Martínez.

Mientras tanto Don Ramiro formaba su amplia familia: con Irma su esposa tuvo a Carlos, Julio y Silvia. Todos estuvieron el día en que Ramiro se convierte en el único dueño de la fábrica el 25 de agosto de 1993, tras la apertura de los otros socios.

“Único dueño no es lo mismos que trabajar para alguien, las cosas son distintas”, dice con una tonada que no es de aquí pero tampoco de allá.

Tiene casi 80 años y todavía seduce.
Tiene cejas tupidas y todavía negras que hacen resaltar sus ojos verdes. Un verde cansado pero no agotado.

Sus hijos: Carlos, Julio y Silvia creadores de sus nietos: Javier, Luna, Joaquín, Maxi y Cecilia.
Sus sobrinos: Marcela y Gabriel.
Su nuera: Teresa.
Todos colaboran con Don Ramiro que sigue amasando ravioles, sorrentinos, canelones, tallarines finos…

“No estoy arrepentido de nada, queda un camino trazado como para que los hijos y nietos lo continúen” dice y aclara “creo, porque la vida tiene altos y bajos”.

Fábrica de Pastas La Renaciente
H. Irigoyen 255 Martínez
4793-8451