* Este texto corresponde a la editorial del diario impreso Las Cosas del Decir del mes de mayo
Quería hablarles de la objetividad periodística. Hay distintas corrientes teóricas algunas plantean que la objetividad es posible, otras dicen lo contrario.
¿Cómo encontrar un punto medio entre estas dos posturas? ¿Existe?
La idea de que el periodista funciona como canal de información ya caducó. Hoy se entiende al periodista como un actor político y social y en esa función hay quienes intentan acercarse a la objetividad buscando distintas campanas sobre un mismo hecho, contando las cosas con un tono neutral, no inclinando la balanza ni para la izquierda ni para la derecha, y están aquellos que demuestran su ideología política o apoyan abiertamente a tal o cual gobierno creyéndose por eso mucho mas sinceros que el resto. Esta claro que esto no es objetividad.
Por mi parte soy de las que cree que no existe la objetividad en esta profesión ya que quienes contamos y elegimos las noticias que contamos (con criterios periodísticos y con un toque de subjetividad o intereses) somos personas y la línea editorial de un medio también esta realizada por personas.
Y me quiero detener justamente en lo que está dentro del paréntesis.
Criterios periodísticos hay muchos: la cercanía del hecho, si se trata de un personaje público, si es novedoso, la actualidad o inmediatez, la magnitud (tiene que ver con la cantidad de personas que son afectadas).
Subjetividad. Imaginemos que tenemos dos noticias para informar muy similares, por ejemplo dos accidentes automovilísticos con muertes incluidas. ¿Cuál será publicada? “Me parece que el de Florencio Varela vende más porque el que murió era un chiquito de 5 años”. Esto por supuesto que dependerá de la línea editorial del medio. Tal vez otro colega diría: “No, la gente esta harta del morbo y la sangre, compran más la chicana política”. Como ven no depende del hecho en sí sino de lo que para ese medio es mas vendible como información (porque lamento decirles que la información ha pasado al grado de mercancía y por eso se compra y se vende). Además el medio se alinea bajo una ideología (política, editorial, económica) ideología que sale de una cabeza, cabeza que le pertenece al director del medio, director que es una persona.
Intereses económicos y políticos. No hay mucho que agregar en esta instancia. Es más que claro a esta altura que si un medio recibe una abultada pauta oficial sus ojos no van a estar tan abiertos como de costumbre y en determinadas situaciones hasta pueden cerrarlos del todo porque “les entró una basurita”.
Hoy tenemos una argentina que se muestra por muchas ventanas, todas distintas. Y para comprenderla en su totalidad uno tiene que ir hasta el kiosco de revistas y diarios y comparar por lo menos 3 o 4 para poder así, sacar una conclusión. Una sola ventana no alcanza.
Desde “Las Cosas del Decir” intentamos brindar las distintas campanadas de un mismo hecho o conflicto para que sea el lector el que pueda elaborar su propia conclusión.
Elegimos las notas en base a un solo criterio:”aquellas cosas que el vecino le gustaría saber porque afectan a su cotidianidad”, esto incluye conocer a distintos personajes y funcionarios que viven en la zona norte.
Es por eso que, vuelvo a reiterar, todo depende de la línea editorial del medio.
En este caso la línea editorial son ustedes, los vecinos. Espero desde este diario satisfacer sus curiosidades e informarlos en cuanto a lo que ustedes están buscando.
Y si se sienten defraudados por que buscaban más chicanas políticas, mayor grado de conflictividad, una abultada sección policial, esta no es la ventana en la que encontrarán su reflejo.
McLuhan decía que “las noticias verdaderas son malas noticias”, mientras que Javier Darío Restrepo enfocaba a construir un “periodismo para la esperanza”.
Para esto último trabajo.
jueves, 2 de junio de 2011
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