sábado, 2 de abril de 2011

Encantada


Liliana Domenech vivió en Zona Norte toda su vida hasta que se casó. Ella y su marido se mudaron a Capital, y luego a Campana. Después, el matrimonio y ya los dos chicos, se trasladaron nuevamente a Zona Norte. “Para mí era lo más hermoso que me podía suceder, pero teníamos que estar todos de acuerdo”, dice Liliana, y lo estuvieron.

Hoy tiene un local sobre la calle Chacabuco, en pleno centro de San Isidro. “Sutil Encanto”, así se llama, está lleno de objetos: raros algunos, más vistos otros; en tonos verdes y borravino, algo de azul y mostaza, por supuesto rojo y marrón; desde cerámica, pasando por la incondicional madera hasta llegar a los tapices, son lagunas de las texturas que se pueden encontrar; plumas, jarrones y relojes; sillones traídos de la India, y otros tantos productos nacionales. Desde la entrada se huele a vainilla, aroma que se desprende de unos palitos de madera sumergidos en un líquido que les da vida. El frasco está sobre el escritorio y ahí es donde apoyo el grabador. Liliana nos atiende con la amabilidad y dulzura que la caracteriza y comienza, su voz suave, la charla.

“Siempre me gustó la casa, la decoración, cambiar las cosas de lugar”, dice y agrega: “Claro, fue primero en mi casa, en la cual vivía, donde comencé a cambiar cosas de lugar, desechar y agregar otras”. Compraba todas las revistas de decoración que aparecían dando vuelta: “Fanática compradora de revistas de decoraron”, así se define ella.
“Hoy tengo el contacto más directo con el mueble o con el objeto ya que es a través del feriante que me puedo acercar a ellos”. De todas maneras confiesa que le encantaría poder entrar a las casas y ver sus interiores: “Me encantaría tener llaves, entrar en las casas a recorrerlas y a mirar…” tira como fantasía.

Antes trabajó en muchos lugares pero ninguno relacionado con la decoración. Hasta que “surgió la idea de hacer algo para mi, que pueda disfrutarlo”, dice como quién empieza a contar un cuento. Así revolvió entre las cosas que le gustaban y se definió en una: su propio local con artículos para decorar un hogar. Confiesa que no tiene mucha experiencia pero que es la misma gente la que le enseña y de dónde ella aprende.

“Hacía muchos años que no trabajaba ya que cuando nacieron mis hijos me aboqué a su educación y a la casa”, dice, pero también comenta que “no me resultó difícil volver a empezar.”

_Si tuvieras que decirle a alguien que está en tu misma situación: con un proyecto en mente pero sin demasiada experiencia. ¿Qué le dirías?
_Que no se asuste, que no tenga miedo, que lo haga, que le de para adelante que se va a lograr porque si lo deseamos sale. No digo que sea fácil, pero hay que darle para adelante.

_Y vos ¿Tuviste miedo?
_Si, tuve miedo cuando abrí la puerta el primer día. Ahí me plantee todo: “¿Qué hago acá?””¿Qué hice?” “¿Hice bien?”.

Liliana no se quiere definirse como empresaria pero el rol de comerciante le gusta y lo agarra.
_¿Qué parte disfrutas más: ir a ver a los feriantes, el contacto con el cliente, armar la vidriera…?
_Todo.

En su negocio abundan los objetos más que los muebles y los tapices, que también hay. Por eso le preguntamos por ellos.
_¿Qué es un objeto para vos?
_El objeto es algo inanimado, pero así y todo creo que cada objeto significa algo. Cuando lo entras a buscar también le estas dando, mentalmente, un lugar en tu casa, no es para cualquier lugar.

Eligió el nombre para su local porque algo le sonaba dentro suyo, como una pequeña vocecita que le decía que ese nombre era todo lo que ella tenia para dar. “Sutil Encanto se identifica mucho con mi negocio y conmigo, quiero que la gente vea el negocio a través del nombre”, dice segura de haber hecho la mejor elección.

“La idea es que te lleves un objeto muy sutil pero que cuando entres a tu casa y lo veas… te encante!”, remata entre risas y picardía.


Sutil Encanto
Chacabuco 471 - San Isidro - Buenos Aires - Argentina
Tel.: 4732 - 4983
E-Mail: contacto@sutilencanto.com.ar
www.sutilencanto.com.ar

Foto: (LCdD) Liliana con su hija Melisa que también atiende en el local.

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